Ruta del Barroco Andino y Valle Sur Full Day

Arquitectura, pinturas y esculturas destacan en un recorrido que comienza en la ciudad del Cusco y termina en el distrito de Huaro. Allí, junto a la impresionante laguna de Urcos, se encuentra la capilla de Canincunca, dedicada a la Virgen Purificada, patrona de los viajeros. La capilla fue erigida en 1620 por monjes jesuitas y franciscanos. Sus paredes de barro están adornadas con pinturas y pan de oro. Algo que llama la atención de los viajeros es el cementerio detrás del edificio, un elemento poco común que envuelve la visita y el templo en una atmósfera misteriosa. La Ruta del Barroco Andino continúa en el Templo de San Juan Bautista, ubicado en el distrito de Huaro, a una hora del centro de Cusco.

Nuestros guías compartirán datos fascinantes sobre los lugares que visitamos. Entre ellos, el templo de San Juan Bautista cuenta con más de 1000 metros cuadrados de pinturas murales, que cuentan principalmente historias de muerte y el Día del Juicio Final. El autor de la mayoría de estas cautivadoras pinturas es el pintor mestizo Tadeo Escalante, quien las completó en 1802. El Diablo es un elemento recurrente en estos murales, donde visita a pecadores enfermos, así como a infieles y ladrones, mostrándoles siendo decapitados, mutilados y enviados al infierno. Dios también es representado en la obra de Escalante, junto a hombres cuyas buenas acciones les otorgaron la entrada al cielo.

El último templo del circuito es San Pedro Apóstol, situado en Andahuaylillas, un distrito de la provincia de Quispicanchi. El templo se encuentra en las laderas de una montaña verde, aproximadamente a 3200 metros sobre el nivel del mar. «Esta iglesia fue construida a principios del siglo XVII. La iniciativa fue propuesta por el virrey Francisco de Toledo con el objetivo de evangelizar a las comunidades nativas», el trabajo de los monjes jesuitas fue fundamental para la construcción de este templo. Una vez que hayamos terminado con la Ruta del Barroco Andino, disfrutaremos de un delicioso almuerzo típico en el pueblo de Andahuaylillas.

PIKILLACTA: A continuación en nuestro itinerario está este complejo arqueológico pre incaico, ubicado a 18 km al sureste de la Ciudad Imperial del Cusco. Caracterizado por sus edificios de piedra, cal y yeso, Pikillacta fue bautizado cerca del final de la era colonial con esta palabra quechua, que significa «pueblo de pulgas». Se dice que Pikillacta fue una vez el hogar de la famosa cultura Tiahuanaco. Las calles de esta antigua ciudad forman cuadrantes donde destacan edificios de dos pisos, con paredes enlucidas y suelos empedrados. Pikillacta fue inicialmente una ciudad satélite de los Wari (siglos VI al XIII d.C.), una importante civilización que precede al imperio de los «Hijos del Sol».

TIPÓN: Es un sitio arqueológico donde observaremos las avanzadas prácticas de ingeniería hidráulica de las civilizaciones incaicas. En Tipón veremos un complejo sistema de riego con canales de riego verticales y horizontales distribuidos en terrazas escalonadas, donde el agua subterránea fluye hacia una fuente desde la cual se distribuye a los canales mencionados. Tipón fue un centro importante para la producción agrícola. Hoy en día, no solo es un lugar históricamente significativo sino también un lugar encantador con un fantástico sistema de terrazas, donde el suelo fértil sigue dando frutos.